En el artículo anterior, vimos porqué era más fácil solicitar financiación para la compra de una empresa en funcionamiento en vez de solicitar financiación para la creación desde cero. Si no dispones del 100% de los recursos necesarios para comprar tu empresa, vas a tener que buscar personas o entidades que puedan financiarte. Sin embargo, no es fácil saber cuándo es el mejor momento para solicitar la financiación necesaria, y muchos emprendedores lo hacen a destiempo. En este artículo vamos a conocer cuándo es el mejor momento para pedir el dinero necesario para ejecutar una operación de compraventa.
¿Solicitar financiación al inicio del proceso?
A lo largo de nuestra experiencia profesional hemos conocido muchos emprendedores que deciden ir a su entidad de crédito habitual para pedir financiación al inicio del proceso de compraventa. En muchos casos, antes incluso de haber ni siquiera encontrado una empresa que les interese comprar. El motivo que les impulsa es el de conocer de qué recursos pueden disponer, y así acotar el rango de búsqueda por importe. Pero ¿éste es el momento más adecuado?
Aunque no exista una sola respuesta a esta pregunta, y cada caso puede ser diferente, en general, no aconsejamos solicitar financiación en estadios tan primitivos del proceso de compra. Las razones son diversas:
- El prestamista, como por ejemplo la entidad de crédito, no sabe aún en qué vas a invertir el dinero solicitado. No sabe si vas a adquirir un restaurante, una industria química o un supermercado, si tu futura empresa no tendrá trabajadores o tendrá cientos, si vas a emprender solo o con algún socio… Todas estas incógnitas hacen que el perfil de riesgo de tu proyecto sea incierto, por lo que es difícil que puedan estimar el importe y mucho menos las condiciones.
- Esto nos conduce hacia un escenario de calibración del riesgo por parte de la entidad de crédito en base al solicitante, y no en base al proyecto. Esto significa que la cantidad que estiman que pueden dejarte, y las condiciones en las que te dejarían este dinero, depende de tu perfil personal, y no del proyecto. Esto se traduce muchas veces en la concesión de préstamos personales, préstamos que están pensados para la adquisición de bienes de consumo (coches, televisores, teléfonos móviles, …) y no productos de financiación para proyectos de inversión (empresas, maquinaria productiva, etc.). Normalmente, las condiciones de los primeros (tipos de interés, avales, etc.) son más exigentes que las de los segundos.
- Además, el hecho de solicitar financiación en estos estadios tan prematuros nos impide tener en cuenta la posibilidad de cofinanciar la operación por más de un agente. Como veremos en el próximo artículo de nuestro blog, existen múltiples fuentes para financiar la compra de una empresa. Sin embargo, el hecho de solicitar financiación tan pronto no ha permitido aún explorar otras fuentes y, sobre todo, la posibilidad combinarlas entre ellas, pudiendo así reducir el riesgo de cada uno de los prestamistas y, por lo tanto, que te soliciten menos intereses por dejarte el dinero.
- En muchas ocasiones, solicitar el dinero antes de tiempo significa dedicar tiempo y esfuerzos improductivos que, además, pueden hacernos quemar un cartucho antes de hora.
El mejor momento
Como hemos visto, solicitar financiación justo al empezar el proceso de compra puede no ser lo más acertado. Pero ¿cuándo es el mejor momento? Parece evidente que debemos haber ya encontrado la empresa que queremos adquirir y haberla analizado a fondo. Sólo entonces sabremos que estamos realmente interesados porqué conocemos lo que vamos a comprar. Además, es imprescindible haber realizado un plan de empresa y un plan económico-financiero donde se detalle hacia donde queremos llevar la empresa una vez sea nuestra, y qué recursos necesitaremos para tirarla adelante, más allá del pago del precio acordado. Una vez trabajado el análisis de la empresa y proyectado la viabilidad futura, podremos realizar un ejercicio de valoración de empresas, que nos va a ayudar a definir cuánto vale la empresa que queremos comprar.
Aquí vale la pena explicar que valor y precio son cosas muy distintas. Como vimos en el artículo Valoración de empresas: diferencias entre valor y precio, el valor es un concepto subjetivo, y va a depender de la persona que valore el bien (en este caso la empresa). Sin embargo, el precio es objetivo, y es fruto de la negociación entre comprador y vendedor. Podemos decir que al inicio de las negociaciones, comprador y vendedor tienen sus valoraciones realizadas, y a través de las negociaciones van a conseguir llegar al precio.
Por lo tanto, cuando empezamos el proceso de compra de una empresa, sólo podemos conocer el valor que tiene la empresa para el vendedor. Sólo en el momento que el comprador haga su propio ejercicio de valoración, sabrá cuánto vale para él. En base a estos dos ejercicios de valoración se construirá el precio definitivo y las condiciones de pago del precio, a través de las negociaciones. Sólo entonces sabremos cuanto dinero necesitamos para comprar la empresa.
Este es el preciso momento donde debemos explorar todas las posibles fuentes de financiación, ya que seremos capaces de argumentar cuánto dinero necesitamos, para qué lo necesitamos y cómo y cuando prevemos devolverlo. Además, tendremos un buen plan de empresa trabajado que avalará la capacidad de generación de riqueza de la empresa que queremos comprar, cosa que puede facilitar la obtención de la financiación y mejorar sus condiciones.
En el próximo artículo veremos cuáles son las fuentes de financiación a las que puedes recurrir para financiar la compra de tu empresa.
Más sobre Lemon Value
Sabemos que el proceso de comprar una empresa tiene muchas fases y es fácil saltarse alguna etapa, o realizarla a destiempo. Esto puede conllevar enormes problemas tanto para el comprador como para el vendedor, que pueden desembocar en la ruptura de las negociaciones, la imposibilidad de materializar un acuerdo o en sorpresas desagradables una vez se haya ejecutado la compraventa. Por este motivo en Lemon Value hemos creado el curso Cómo comprar una empresa, donde repasamos punto por punto todos los pasos a seguir para comprar una PYME, sin que te dejes ninguno. Aunque quieras comprar un pequeño negocio sin trabajadores, o una mediana empresa con más de 50, los pasos que deberás considerar para realizar la compra van a ser los mismos. Además, si tienes dudas sobre cuánto puede valer la empresa que te interesa, en el curso Valoración de empresas para no financieros, te explicaremos los distintos métodos de valoración que puedes usar y cómo ir del valor al precio definitivo.