Cuando se empiezan las conversaciones entre el comprador y el vendedor para la transmisión de una empresa, es recomendable que se firme un acuerdo de confidencialidad. Si bien es cierto que, en las negociaciones para la compraventa de una mediana o gran empresa, este documento es ampliamente conocido y utilizado, no lo es tanto para la compraventa de micro y pequeñas empresas.
En este articulo te contamos la importancia que tiene el acuerdo de confidencialidad y por qué se debería firmar siempre al inicio de las conversaciones entre comprador y vendedor.
¿Qué es un acuerdo de confidencialidad y para qué sirve?
Un acuerdo de confidencialidad es un contrato firmado por dos (o más) partes que protege de un eventual mal uso de la información que éstas compartan. De esta manera, una vez firmado, las partes puede compartir documentos, material o conocimientos secretos sin el riesgo de que la otra parte pueda usarlos con una finalidad distinta a la que se haya especificado en el acuerdo de confidencialidad.
¿Cuándo firmar un acuerdo de confidencialidad?
Es habitual firmar un acuerdo de confidencialidad en distintas situaciones, como por ejemplo:
- A la hora de establecer una relación comercial: Cuando una empresa quiere contratar a otra para realizar un trabajo específico, seguramente deberá entregarle información sensible para que el potencial proveedor pueda realizar una propuesta a medida. Por este motivo, antes de empezar a trabajar conjuntamente, se firma un acuerdo de confidencialidad.
- Contratación de trabajadores: Muchas empresas también hacen firmar un acuerdo de confidencialidad a sus trabajadores, sobre todo aquellos que tienen acceso a información privilegiada, que puede comprometer la viabilidad del negocio si es revelada a terceros.
- Operaciones corporativas: En el caso de querer buscar inversores para nuestra empresa, querer formalizar una join venture, o materializar una operación de compraventa, es imprescindible formalizar un acuerdo de confidencialidad ya que vamos a tener que dar información de la empresa para evaluar la idoneidad de la operación.
¿Por qué firmarlo en compraventa de empresas?
Firmar un acuerdo de confidencialidad es clave para que la información que se revela, habitualmente del vendedor al comprador, se mantenga confidencial. Firmándolo, el comprador le da seguridad al vendedor de que la operación se va a mantener en secreto y el uso que se le hará a la información se va a ceñir sólo a la finalidad establecida en el documento. De esta manera el vendedor estará dispuesto a hablar con más transparencia sobre temas delicados de la empresa sin peligro de que luego la información pueda ser utilizada en su contra.
Tipologías de acuerdos de confidencialidad
Existen diversas tipologías de acuerdos de confidencialidad, entre las que se destacan:
- El acuerdo de confidencialidad unilateral: En este tipo de acuerdo, sólo una de las dos partes se compromete a no divulgar la información y documentación que recibe de la otra parte. Existe por lo tanto la parte propietaria y reveladora de la información, y la parte receptora. En compraventa de empresas, este tipo de acuerdo de confidencialidad es muy habitual cuando el comprador es una persona física, que no va a proporcionar información sensible a la parte vendedora y, sin embargo, el vendedor es quien proporciona el máximo detalle de su empresa para que el comprador pueda analizarla.
- El acuerdo de confidencialidad bilateral: Este tipo de acuerdo de confidencialidad compromete a las dos partes que firman el acuerdo, obligándose las dos a no revelar información que reciban de la otra. En este caso las dos partes son a la vez reveladoras de información y receptoras. Este tipo de acuerdo es muy frecuente en operaciones de compraventa donde ambas partes son empresas o, sobre todo, en el caso de fusiones o integraciones corporativas.
- El acuerdo de confidencialidad multilateral: En este tipo de acuerdo de confidencialidad no sólo se comprometen dos partes, sino que se implican tres o más partes en la preservación de la confidencialidad de la información compartida. Es habitual cuando hay diversos agentes en la operación, y así se elimina la necesidad de ir firmando acuerdos bilaterales por separado. Se usa frecuentemente en el caso de colaboraciones corporativas entre diversas empresas a la vez.
¿Qué debe contener el acuerdo de confidencialidad para la compra de una empresa?
El acuerdo de confidencialidad no deja de ser un contrato que compromete a las partes firmantes, por lo que en él deberemos incluir las personas que lo firman bien identificadas, el objeto y los compromisos alcanzados por las partes, además de el sitio y día de la firma. Entremos en el detalle de los puntos más importantes:
- Identificación de las partes: Aunque parezca muy obvio, es importante definir bien quien interviene en nombre de la empresa o empresas participantes en el acuerdo y asegurarnos de que tengan el suficiente poder dentro de la compañía para suscribir ese acuerdo.
- Objeto del contrato: Se trata de definir la finalidad por la que se revela la información a la otra parte. Es un punto clave puesto que el uso que se de a la información revelada debe estar acotado a lo que aquí se haya definido, y cualquier uso que se haga de esta información distinto puede ser penalizado.
- Qué se considera información confidencial (y qué no): También es muy importante poner por escrito qué se va a considerar información confidencial y qué no lo es, para evitar malentendidos posteriormente. Por ejemplo, es habitual dejar fuera del acuerdo de confidencialidad cualquier información que las partes puedan encontrar de forma pública, en el registro mercantil, etc.
- De quien es propiedad la documentación e información: Aunque la información fluya entre las partes firmantes, conviene dejar claro de quien es la información que se comparte, o la que se pueda llegar a crear a raíz de la colaboración. Por ejemplo, si el comprador realiza un informe de auditoria de la empresa que quiere comprar, conviene dejar claro de quien será este documento si finalmente no se lleva a cabo la operación.
- Terceras personas: En caso de que terceras personas, más allá de los que hayan firmado el documento, deban tener acceso a la información para cumplir con el propósito del contrato, se debe especificar cuáles son las limitaciones del uso de esta información que pueden hacer restas personas, y quien se hace responsable del mal uso que puedan hacer. Es muy frecuente añadir esta cláusula cuando se debe dar acceso a la información a analistas, abogados o personal interno de la empresa para que nos ayuden con el análisis de la información recibida.
- Duración: Nos referimos a por cuanto tiempo se debe guardar la confidencialidad y cuanto va a durar el contrato firmado.
- Qué pasa si se incumple el documento: En caso de que alguna de las partes no cumpla con el trato, se debe especificar como indemnizará a la otra en concepto de daños y perjuicios.
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